Año 30 a.C. El
cónsul Octavio anuncia que Cesarión, único hijo habido de la unión entre Julio
César y Cleopatra, y faraón de Egipto a sus 17 años, ha muerto después de la
derrota sufrida por la reina y su consorte, Marco Antonio, en la batalla de
Actium. Pero la realidad es otra. Gracias a un audaz plan urdido por Cleopatra,
Cesarión logra escapar de Alejandría y dirigirse al Mar Rojo para embarcar
desde allí rumbo a la India. Con él viaja el legionario Tito Pullo, veterano de
la Décima Legión, que ha jurado proteger su vida por fidelidad a César. Pero Octavio
descubre la verdad y envía tras ellos al mejor asesino a sueldo de su tiempo:
un personaje oscuro y letal que oculta siempre su rostro tras un turbante negro
y al que se conoce como Scilla. Descubierto el plan, Pullo decidirá olvidarse
de la India y dirigirse al imperio parto, confiando en que su rey, enemigo
acérrimo de Roma, acogerá al depuesto faraón. Será un viaje de más de mil
millas, atravesando los terribles desiertos de Arabia y Siria y pasando por
lugares de leyenda como Petra, Damasco o Palmira, que los dos romanos harán
como miembros de una caravana liderada por el nabateo Obodas y su hermosa hija,
Selene. Y siempre con la tenaz y alargada sombra de Scilla pisándoles los
talones... Una historia trepidante, llena de giros inesperados, que nos transporta
al Egipto de los últimos faraones, con sus espectaculares palacios y su lujo
desmedido, pero también con su sofocante y abrasador desierto lleno de
peligros, como las tormentas de arena, las cobras letales o los bandidos
sedientos de sangre.
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